El Capital: El virus más letal
Tiempos duros se han vivido en el último año en todos los países del mundo. Pero la COVID no es el único virus que ha desembocado en pandemia. Realmente hemos nacido bajo el yugo de un virus ancestral que todo lo corroe, sin enterarnos; ese virus es el del Capital.
A todos nos suena, pero ¿conocemos todos los efectos secundarios? Paso a paso se van dando a conocer, pero ya no se identifican porque ya ha corrompido nuestras mentes de forma que ya no discriminamos y sin querer acabamos justificando todo un sinsentido.
La COVID ha sido un buen golpe para un gran número de negocios, y por la Televisión -una de las formas de difusión del virus del capital- no paran de mostrarnos la mala suerte que sufre mucha gente que ha tenido que cerrar su negocio debido al virus y a la mala gestión del Gobierno. Como paradigma nos muestran todos los días cómo decenas de negocios hosteleros cierran sus puertas debido a las dificultades de mantenerse a medio gas y los testimonios lacrimógenos de lxs dueñxs de estos mismos gritando que necesitan una solución.
Pero en esas imágenes, nunca se muestra la escena del empleado explicando que su jefe, el mismo que ahora llora delante de las cámaras pidiendo que le rescaten, le tiene contratado, desde antes que se supiera que un virus así existiera, a media jornada, pero haciendo a diario mas horas de las estipuladas en una jornada completa, y que éste se pasa por la sobaquera sus derechos desde hace tiempo. Que la respuesta a sus quejas, cuando el o la empleada decide echarle valor para manifestarlas, suele ser “si no estás conforme, ahí tienes la puerta”. Pero lo peor de todo, no es este blanqueamiento de cara del capital que nos muestran los medios de comunicación; lo peor es que los que, a diario padecemos estos mismos abusos, ya no somos capaces de identificarlos, los hemos normalizado, por eso somos pasto de las hienas que manejan los hilos del poder y el capital.
Triste es darse cuenta de que lxs trabajadorxs que han tenido la opción de acogerse a un ERTE se han sentido aliviadxs, porque han caído en la cuenta de que, aún cobrando un sueldo más ínfimo de lo habitual, se han ahorrado el malhumor y la salud quemada de una jornada de trabajo inaguantable.
Ni tan siquiera nos damos cuenta de que las víctimas de la pandemia de la COVID son en realidad las víctimas de la pandemia del Capital, que ha dejado entrever de forma indirecta, lo que en este caso los medios de comunicación se afanan en ocultar: que no tenemos medios para afrontar una crisis sanitaria y que, llegado este punto, impera la ley de más rico y poderoso (lo que comúnmente se conoce en el mundo animal como la ley del mas fuerte) donde, a falta de medios materiales y humanos para tratar una avalancha de enfermos a vida o muerte, muchos sanitarios públicos se han visto en la penosa situación de decidir a quién tratar y a quién descartar. Decisión que, por otra parte, no se ha tenido que adoptar en los centros privados de salud, ya que las hienas VIP, vivas o muertas por el virus han tenido a su alcance todos los medios humanos y materiales necesarios para su tratamiento, incluido una posición VIP en la fila para recibir alguna de las opciones de vacuna. Otro gran efecto secundario del Capital que ha abierto los ojos, de forma interesada, de personas que han visto aceptable que seguros y clínicas privadas pasen a un 1º plano en lo que compete a la salud, en lugar de reivindicar las mejoras en su sistema público.
Dejemos de ser el pasto del virus del capital, el verdadero virus social que produce pandemia a nivel mundial, y apliquemos la vacuna del apoyo mutuo y la solidaridad.
Os esperamos a todxs el próximo 1º de Mayo, en la Plaza de Sta. María del Camino (Pza. del Grano), s/n; C. P. 24003 (León), a partir de las 12:30h. para la conmemoración del Día Mundial de los Trabajadores, con lectura de comunicados y la realización de combativos e incendiarios mítines y propuestas de diviersos grupos sociales leoneses.
¡Viva el 1º de Mayo,
Obrero Y Libertario!
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