Los carabineros de Chile han matado a 22 personas, agredido a 2381, de las cuales 1360 han sido con armas de fuego, y provocado 217 traumas oculares. 6362 fueron detenidos/as visitados en comisaria, de los cuales 759 eran menores (esto en el último mes a fecha 15/11/2019, a las 12:30h, según datos de derechos humanos, aunque las cifras reales pueden ser 5 o 10 veces más por las amenazas y despidos de médicos al indicar las causas de los atendidos).
Chile es el país más rico de la América latina, donde emigran desde los demás países en búsqueda de oportunidades, incluyendo españoles en los años de la crisis, pero la riqueza no está bien repartida. La mitad de los trabajadores de Chile cobran sueldos inferiores al equivalente de 450€, siendo 340€ el salario mínimo, por 45 horas semanales y solo 15 días de vacaciones al año, y los productos de consumo al mismo precio o superiores a los de España.
Por si esto fuera poco, la jubilación, la sanidad o la educación son privadas y gran objeto de especulación.
Las pagas de jubilación llegan a ser inferiores a 100€ en muchos casos, cuando llegan a cobrarse.
Cuando no se tiene un seguro de sanidad privado y dinero para pagar una operación, llegan a avisar para operar a las personas después de que han muerto en una infinidad de casos.
La educación gratuita es tan mala que puedes estudiar hasta los 14 años y aprobar todo sin ni siquiera saber multiplicar o dividir, pero nunca seguir estudiando con esa educación.
Esto no es nada nuevo en este país. En 1973, el comandante en jefe del Ejército, Augusto Pinochet, dio un golpe de estado militar e impuso el sistema económico neoliberal, dedicándose además a someter a las más macabras torturas a aquellos que estaban en desacuerdo con esta política económica, e incluso asesinándolos y tirando los cuerpos al mar.
En 1990 termina esta dictadura de extrema derecha, pero continúa su constitución y condiciones políticas hasta nuestros días independientemente del partido político que gobierne.
La desesperación del pueblo chileno ante estas injusticias le ha llevado a manifestarse continuamente aun teniendo en cuenta las violentas represiones de los carabineros, como en 2007 y 2011 con los estudiantes por la educación pública, o en 2016 por la privatización de la sanidad. Ahora es todo el pueblo junto, por la totalidad de injusticias provocadas por un sistema político neoliberal.
El estado reprime duramente las concentraciones de protesta, ya no solo con carros lanza aguas, gases lacrimógenos y golpes, sino también, con disparos de balas o cartuchos de perdigones. Los disparos son aleatorios y sin criterio, al igual que las detenciones, en las cuales torturan y violan sin importarles que sea el caso de menores de edad.
Pero los chilenos no tienen miedo porque ya no tienen nada más que perder y seguirán protestando hasta recuperar su dignidad, aunque necesitan del apoyo de las personas de los demás países del mundo. En CNT-León cuentan con nuestro apoyo hasta que consigan acabar por completo con el sistema económico capitalista y puedan establecer un nuevo orden anarquista organizando la vida social como ellos quieran, pero teniendo en cuenta las necesidades de toda la población, sin imposiciones autoritarias para el privilegio de unos pocos.
En el “orden” de “libre” mercado no vale nada la vida de la mayoría de las personas. El capitalismo nos explota, nos viola, nos saca los ojos y nos mata. El estado con sus fuerzas represivas se encarga de mantener ese “orden”.
Nuestro apoyo al pueblo chileno y nuestro rechazo al capitalismo, al estado y a sus fuerzas represivas nos lleva, desde CNT de León, a promover unas jornadas de lucha con el siguiente calendario:
• Charla informativa el viernes 22 de noviembre a las 20:00h. a cargo de compañero emigrante retornado de Chile. En Local de la CNT C/Fruela II, 9, bajo, C. P. 24007- León.
• Concentración, sábado 23 de noviembre a las 12:30 h. frente al Edificio Botines.
EL ESTADO Y EL CAPITAL FORMAN LA ALIANZA CRIMINAL.
CHILE SERA LA TUMBA DEL NEOLIBERALISMO.