No participamos en el sistema de representación parlamentaria porque no queremos que nadie (ni profesionales de la política, ni empresas, ni administración) nos utilice en beneficio propio. No queremos legitimar un sistema en el que nuestra voz y nuestra acción no cuentan, y en el que existen privilegios para una minoría.
Lo habitual es que los partidos políticos te presenten un programa con mas ficción que “Juego de Tronos” o que, aunque haya buenas intenciones, los mecanismos del Estado se encarguen de cortarles las alas para que no se desmarquen. Estas promesas que aunque, a priori, te pueden beneficiar, no son de obligatorio cumplimiento, por lo que da igual el programa que presenten ya que el objetivo es llegar al poder y enriquecerse. Realmente cada uno de nosotrxs sólo interesamos desde el punto de vista de que nuestra participación legitima el sistema para mantener a cada político y a cada partido en la poltrona, y concederles otros 4 años de barra libre. Mientras tanto, el capitalismo “en la sombra” mueve los hilos a su antojo.
Al final, acabas eligiendo lo que te dicen que elijas, sin mas opciones ni iniciativas, por lo que nosotrxs optamos por la abstención y nos negamos a delegar sobre las decisiones importantes de nuestra vida. Pensamos que sólo por medio de la acción directa y de la organización entre iguales podemos construir una sociedad sin desigualdades, explotación o privilegios.