La vieja tesis de los movimientos sociales de que a mayor educación se aumentarían las posibilidades de cambio social ha resultado ser equivocada. El avance de la escolarización obligatoria y su extensión a capas de edad más amplias cada vez no ha producido deseos mayores de liberación. A menudo, ha resultado tener un efecto contrario, pues quienes salen de las escuelas han asumido el discurso del Poder y se han convertido en férreos defensores del estado de las cosas.
¿Qué papel ha tenido la propia escuela en este proceso? Recogiendo toda una tradición crítica y partiendo en especial de las ideas anarquistas al respecto, este libro pone de manifiesto el papel de reproducción del sistema que juega la escuela oficial, convertida en un instrumento más de
dominación. Así, se analizan en la obra los aspectos explícitos de la escuela en cuanto transmisora de la cultura e ideas del capitalismo, como los contenidos que se enseñan de manera declarada o las relaciones entre el diseño escolar y la estructura jerárquica de la democracia y también aquellos aspectos que quedan más o menos ocultos, como la influencia de la metodología o de la visión antropológica del sistema de enseñanza en la misión que mejor cumple: aprender a obedecer.
Al tiempo, los autores ofrecen las claves de una visión libertaria de la educación, esgrimiendo los rasgos generales de las ricas experiencias anarquistas en este terreno, en la búsqueda de personas libres que contribuyan a una sociedad libre.
desmembramiento del imperio del Sultán de Estambul, en cada uno de los Estados en los que dicho pueblo quedó dividido en Oriente Medio.
Viernes 27 de Noviembre a las 20:30h Local de CNT
El anarquismo siempre es una amenaza potencial para cualquier estado, máxime en tiempos turbulentos o de cierta conflictividad. Por eso el leviatán estatal no puede permitir que sus ideas y prácticas se extiendan entre los oprimidos descontentos.
Los años 2010-2014 han supuesto un ciclo de luchas y movilizaciones que si bien han sido mayoritariamente ciudadanistas y de defensa del perdido «bienestar», también han supuesto la extensión de luchas auto-organizadas y de ruptura de la paz social (huelgas generales de 2010 y 2012, barrio de Gamonal, Can Vies, sucesos en las marchas de la dignidad, rodea el congreso, bloqueo al Parlament de Cataluña,…), un aumento de las iniciativas y espacios libertarios y un incremento de la conflictividad obrera y del número de sabotajes. En este contexto se suceden 3 macro-operaciones policiales contra el anarquismo con gran repercusión mediática y aplicación de la ley antiterrorista: la Operación Columna, Operación Pandora y Operación Piñata, que han dejado 30 personas procesadas, catorce en prisión durante meses (dos aun continúan y llevan ya dos años), a espera de unos juicios que pueden comportar altas penas de cárcel, y un movimiento golpeado y perseguido.