En agosto de 2013, la sección sindical de la CNT-AIT en Isban denuncia públicamente el tráfico ilegal de mano de obra entre Panel Sistemas e Isban, empresa de servicios informáticos del grupo Santander.
Esto provoca el despido encubierto del delegado de la sección, trabajador precario en situación irregular, que es enviado por Isban a la empresa “cárnica” Panel Sistemas. Allí sufre el acoso de la directiva hasta su despido definitivo el pasado 3 de marzo de 2014.
Sindicatos revolucionarios federados en la Asociación Internacional de los Trabajadores, responden al ataque exigiendo la readmisión del despedido en Isban-Banco Santander allá donde la multinacional mantiene sus sedes. El conflicto es difundido por todo el planeta en 12 idiomas diferentes.
Isban dirige un entramado de empresas «cárnicas», que proporcionan mano de obra barata y precaria al banco Santander. Cuenta con más de 10.000 trabajadoras cedidas ilegalmente por otras empresas, que en cualquier momento pueden ser despedidas sin coste alguno para el banco, ya que no son reconocidas como personal propio.
Panel Sistemas es una de las decenas de empresas que se lucran con la cesión ilegal de trabajadoras a potentes “clientes” como Isban, mientras destruyen empleo estable de forma masiva.
Las trabajadoras temen quedarse en la calle a la mínima protesta, lo que facilita la aceptación de jornadas de trabajo surrealistas, horas extra y desplazamientos obligatorios, calendario laboral a medida de la empresa, categorías y sueldos por debajo de las funciones desempeñadas…
Cientos de despidos irregulares en el grupo Santander se han cebado con las más desprotegidas, contando con la complicidad de gobierno y sindicatos amarillos. Mientras tanto, el beneficio neto del grupo ha ascendido a 4.370 millones de euros en 2013, casi el doble que en 2012.
Emilio Botín, Rodrigo Rato, Alfredo Sáenz, Jose María Amusátegui, y otros altos cargos del banco Santander ya han sido anteriormente denunciados, y en ocasiones condenados. Pero nunca se ha hecho justicia gracias a chanchullos jurídicos como la famosa “doctrina Botín”.
Algunas de sus más célebres tropelías son la continua evasión de impuestos, la compra irregular de bancos como Banesto o Totta, el hundimiento y posterior rescate de Bankia, las indemnizaciones millonarias a cargos directivos, el caso de las cuentas suizas de la familia Botín, la venta de hipotecas y valores basura, los desahucios y la especulación inmobiliaria, el cobro de intereses abusivos, los negocios turbios con universidades, la participación en empresas de armamento o la gestión financiera del terrible sistema penitenciario español. Una larga lista de crímenes impunes hasta la fecha.
Nosotras no vamos a callarnos ni a resignarnos. Mientras exista explotación y desigualdad vamos a dar la cara, unidas entre iguales y sin subvenciones ni dirigentes de ningún tipo. En lucha por nuestra dignidad y emancipación. Hacia la Revolución Social.