Desde CNT Valladolid queremos mostrar nuestra solidaridad con todas las personas que han sido detenidas y/o golpeadas brutalmente por la policía una vez finalizada la manifestación en contra de las políticas del actual gobierno. Tenemos claro que las actuaciones de ayer no son un hecho ocasional y aislado: la violencia policial es el recurso utilizado cuando sus leyes no pueden acallar las respuestas sociales. Todas las políticas y reformas aprobadas en los últimos tiempos van dirigidas a sumir a la población en un estado de miseria y coacción a golpe de recortes, imposiciones y prohibiciones.
El balance de los hechos acontecidos ayer es de tres detenidos y varias personas heridas de diversa consideración, una de las cuales se encuentra aún hospitalizada y en estado muy grave. Los detenidos, jóvenes y mayores, se encuentran ya en libertad pero con cargos y varias contusiones, incluyendo un collarín y un brazo escayolado.
La actuación de la policía, que ha desplegado todo su abusivo potencial para reprimir al pueblo que está ya más que harto de que le ninguneen y tenga que permanecer callado, no sólo ha sido lamentable y desproporcionada, sino que ha dejado bien claro de quiénes son los intereses que defienden.
Mientras un grupo de personas defendía el derecho a una vida digna, un trabajo digno, una vivienda… las cúpulas del poder disfrutaban de una comida de las de precio exclusivo. Y ante la posibilidad de que los gritos de las personas a las que llevan a la miseria pudieran causar indigestión a tan exclusivos comensales, los Cuerpos de Seguridad del Estado cumplían democráticamente con su papel de defender los intereses de parte de la población, exactamente de aquella que tiene un nivel adquisitivo alto y una posición de poder en nuestra sociedad.
La función de la policía está quedando más patente que nunca: no está para defender a la población sino para defender a los poderosos de ésta, para permitir que las cosas sigan como están e impedir que cambien.
Estamos viendo como la gente sale a la calle harta de aguantar y a cambio recibe la violencia del Estado, como el diálogo no funciona ya que a la ciudadanía no se la considera un interlocutor válido, sino una masa de personas a las que poder dirigir y dominar.
Vemos también como los medios de comunicación oficiales hacen el juego a los intereses políticos ocultando y/o manipulando la información, aún cuando la tenemos delante de nuestras narices.
Pero también somos conscientes de que es imprescindible que la respuesta surja de nosotras mismas, ya que cuando la población se organiza es lo suficientemente fuerte para hacer frente al poder sin necesitar ningún tipo de intermediarios.
La CNT de Valladolid desea la pronta recuperación de la compañera que se encuentra hospitalizada en estado grave y de todas las personas heridas, y llama a todas a continuar apoyando a las personas que han sido reprimidas. La respuesta manifestada ayer fue un ejemplo de solidaridad activa y que debe mantenerse siempre. Ahora más que nunca todas las organizaciones de clase deben apoyar a los directamente afectados y servir como sustento cuando ellos nos necesiten. Así es como se lucha y crea poder popular.