Un año para olvidar en el sector de la minería, marcado por el incomprensible retraso en la firma de un nuevo Plan del Carbón que asfixió a las empresas, sin ayudas y con serias dificultades para meter mineral en las centrales térmicas. Un sector bloqueado durante la mayor del año que no acaba de arrancar y que el próximo miércoles celebrará el día de su patrona, Santa Bárbara, con poco más de un centenar de mineros trabajando en los pozos del Bierzo y Laciana.
‘Salgueiro’, ‘Solita y Bravo’ y ‘La Escondida’. Son los nombres de las únicas minas de interior que mantienen sus tajos activos en estos tiempos convulsos para ambas comarcas, mientras han visto echar el cierre otras tan emblemáticas como Malabá y Torre, del grupo Alto Bierzo, y Santa Cruz, de Uminsa. Pendiente de su reapertura está el pozo Casares, en Tremor de Arriba, que clama las ayudas del Gobierno para no seguir los pasos de los tres anteriores y evitar escribir otro capítulo más en la agonía de vive la minería.
En la mina ‘Salgueiro’, que Uminsa tiene abierta en Santa Cruz de Montes (Torre del Bierzo), trabajan actualmente una treintena de mineros que, según señala el delegado de personal de CCOO, José Antonio Payero, sienten una “gran satisfacción” por estar trabajando “después de todo lo que se le ha venido encima al sector del carbón en los últimos tiempos”. “Nosotros estamos a pleno rendimiento, lo celebraremos de la mejor manera posible y pensando en los compañeros que aún no han podido volver al tajo”, añade Payero.
Las otras dos minas abiertas pertenecen a empresas que hasta ahora han estado más ignoradas, a la sombra de las cifras de grandes compañías como Uminsa o Alto Bierzo, pero que hoy en día mantienen el pulso en la crisis minera. ‘La Escondida’, ubicada en Caboalles de Arriba (Villablino), pertenece a Hijos de Baldomero García y actualmente cuenta con unos 70 trabajadores que se sienten “privilegiados” por seguir en la mina “según están las cosas”. “Esta todo muy mal para la minería, ahora es la única mina que está funcionando en Laciana”, apostilla uno de sus mineros.
La mina ‘Solita y Bravo’, ubicada en Labaniego (Bembibre), cuenta actualmente con unos 25 trabajadores. Desde la empresa también se sienten “afortunados” por tener el pozo abierto a pesar de la complicada situación que atraviesa la minería y tendrá ese día como festivo, aunque el municipio no tenga en su calendario el día de Santa Bárbara como festividad local. Sí la mantienen como fiesta local otros cinco ayuntamientos, que son Torre del Bierzo, Toreno, Palacios del Sil, Fabero y Villablino.
Entre la liquidación y el ERE
Más complicada es la situación de sus compañeros de Coto Minero Cantábrico (CMC), que esta misma semana conocieron los detalles de su plan de liquidación que prevé su subasta pública en dos meses, y del grupo Casares de Alto Bierzo -perteneciente al grupo Viloria y en proceso concursal-, que renueva por otros 250 días el expediente de regulación de empleo (ERE) temporal. “Para nosotros Santa Bárbara sigue siendo festivo porque es la patrona de los mineros y seguiremos celebrando ese día como si estuviéramos en activo”, afirma el delegado de CCOO en Alto Bierzo, Rubén Fernández.
“Otros mineros están trabajando en la empresa y nosotros seguimos en ERE de suspensión, los del pozo Casares somos los únicos que no nos hemos incorporado”, lamenta Fernández, que exige un esfuerzo para reiniciar la actividad en este grupo de interior, cuyos productores “están ya cansados de esperar”.
En ERE siguen también la mayoría de los trabajadores de plantilla de los cielos abiertos en Uminsa -sólo están trabajando unos cinco de un total de 16 operarios- , aunque si se han ido incorporando los que pertenecen a la contrata de Roel Hispánica y esta misma semana Alto Bierzo también retomaba la actividad en sus explotaciones de exterior con una cuarentena de trabajadores.