Lo que quiero reflejar es un análisis de lo que está ocurriendo con el llamado «Comando Mateo Morral». Esta «organización» sale por primera vez a escena con el «atentado de la Almudena». Una bomba casera sin apenas potencia destructiva, que según dicen ataca a la monarquía, al igual que el «camping gas» del Pilar de hace unos días. El comunicado que llega a los medios de información y contrainformación tras la primera «bomba», no tiene ningún tipo de contenido político, ni profundidad, y posee un lenguaje muy forzado que parece responder a un estereotipo de estética antisistema. En esos primeros momentos, al hablar con gente vinculada durante largos años al movimiento libertario de diferentes puntos del Estado, se empieza a escuchar una frase: «Que raro es esto». Nadie les conoce ni saben de dónde salen. Además el objetivo contra el que atentan es muy significativo, y es que el anarquismo hace casi un siglo que no atenta a la figura monárquica. No por qué no siga existiendo un feroz rechazo a este máximo exponente de la burguesía, sino porque se considera que el problema no es una familia (la borbónica), sino que hay objetivos mucho más directos y profundos que ese, como la estructura político-social en la que vivimos que se plasma en la existencia de gente sin casa para cobijarse, paro, prostitución, trabajo asalariado, cárceles, ETT´S, multinacionales, etc. que nos llevan a la explotación y a la miseria en este sistema socio-económico con una cultura predominante de alienación dentro de la clase obrera explotada.
Entonces, lo que considero es que esto lo han hecho unos pocos desvinculados del ideal libertario o es un montaje policial. Que sea gente libertaria, parece altamente improbable, además de por las razones dadas porque dentro del anarquismo no se actúa por vanguardias, sino por unas líneas de actuación consensuadas por todos, y también porque están haciendo más daño al movimiento libertario y obrero que conseguir hacer despertar a la dormida clase trabajadora. Ya que, por mucho que pueda quedar revolucionario los actos «espectaculares (de espectáculo)» de violencia, esto, sin unos objetivos claros, debatidos y con un trasfondo que responda a unas líneas definidas de autodefensa ante la represión social que sufrimos, no sirve en nada a mejorar la sociedad y daña enteramente el trabajo de centenares de libertarios que día a día hacen un trabajo revolucionario en un plano social, laboral y cultural en todos los barrios y lugares de trabajo.
Es por ello, por lo que la razón más lógica (y si seguimos la teoría de la navaja de Occam, la acertada) es que esto más bien responde a un Estado Español que vuelve a hacer un montaje que impida que el movimiento libertario vuelva a recuperar a importantes masas de gente. Esto tendría un claro sentido estratégico en plena crisis y con los movimientos libertarios empezando a despegar en diversos puntos del Estado Español, ya que sigue la línea de otras actuaciones represivas que se pueden constatar actualmente. Desde hace un tiempo las herramientas del Estado Español están atacando duramente al movimiento libertario en general. Por ejemplo, en continuas tertulias televisadas se escucha frecuentemente de nuevo el término anarquista con un fin peyorativo, o cuando se producen disturbios en cualquier movilización se vuelve a hacer referencia al término. Aspecto que ya se hacía en los 80 y 90, pero que en los últimos años había dejado de utilizar el Estado en su herramienta de poder de «los mass-media». También las múltiples detenciones de afiliados a CNT por la última Huelga General en ciudades en que “casualmente” crecía el acercamiento popular al sindicato anarcosindicalista, como en Gijón, Logroño, Granada, Compostela, etc. Y se pudo ver, en la detención de los 5 anarquistas de Sabadell, acusados de pertenencia a banda armada y enaltecimiento del terrorismo, por pertenecer a la organización Bandera Negra, que no existía más que en Madrid, y en la que fundamentalmente se les acusaba por escribir en Facebook consignas revolucionarias, tener libros y camisetas que propugnan el ideal libertario y material “explosivo”, por poseer material que cualquiera podría tener en su domicilio. Particularmente en este caso se cuidaron muy mucho de sacar en todos los telediarios de los mass-media el registro del Ateneu Llibertario de Sabadell, situado en el local de CNT.
Esto, no es nada nuevo y el movimiento libertario ha sufrido los ataques y montajes del Estado Español continuamente a lo largo de la Historia con todos los Gobiernos y Estados, tanto en la Dictadura de Primo de Rivera como en la Franquista, en la II República o en la Democracia actual. Ya ocurrió con el Montaje de la Mano Negra, salvando las distancias históricas, con un proceso muy similar a lo que ocurre ahora con el Comando Mateo Morral, ya que nadie sabía quién era, hasta que llegó a demostrarse que era el propio Estado, con el consentimiento del Monarca, quién aprovechó una serie de asesinatos para ejecutar a 7 trabajadores por garrote vil, provocando el odio y consiguiendo crear diferencias y dividir filas dentro del movimiento libertario andaluz. Lo volvió a hacer en la transición para destruir el crecimiento de nuevo de la CNT tras el mitin de Montjuïc, con el Caso Scala, un atentado con víctimas mortales en un teatro (en el que para más inri algunos de los trabajadores asesinados eran afiliados de la CNT) y que supuso, junto a los Pactos de la Moncloa, hacer pasar a la CNT de sindicato mayoritario a minoritario en tiempo record, y con ello iniciar el proceso desmovilizador dentro del movimiento obrero en el que estamos inmersos.
De momento no se saben más datos (casualmente dicen que las múltiples cámaras que se encuentran en los aledaños del Pilar estaban apagadas), pero todo apunta a un nuevo montaje policial de Guerra Sucia contra el anarquismo español.