El Juez ha declarado nulos los 107 despidos realizados en Barcelona, se han conseguido mejoras en seguridad.
El mes de abril de este año fueron despedidas 107 de las personas encargadas de responder a las llamadas realizadas al número de teléfono 061, el teléfono de las emergencias médicas de Cataluña. Estos despidos implicaban una reducción del 36,64% de la plantilla en un servicio tan delicado como lo es el de enviar ambulancias, médicos de urgencia, etc.
La brillante decisión de los despidos venía de la mano de la empresa Atento Teleservicios España S.A.U, filial de Telefónica, empresa subcontratada por la empresa pública Sistema de Emergencias Médicas (SEM), y respondía, argumenta la empresa, a una reducción del número de llamadas como consecuencia de la finalización de la GRIPE A. La falacia era más que evidente: todo lo que la empresa pudo demostrar en un baile de cifras que no permitía una contrastación seria, fue un descenso máximo de llamadas del 7,4% el mes de enero del 2010 respeto al mismo mes del año anterior, y un descenso del 17,34% respectivamente para el mes de febrero, unos datos que, de por sí, explican bien poca cosa. Esta era toda la argumentación desplegada por la empresa a la hora de despedir al 36,64% de la plantilla.
Fuera como fuera, la triste y, con estas cifras, predictible realidad fue que el servicio quedó bajo mínimos después de los despidos llegando al extremo de perderse llamadas, unas llamadas que quedaron colgadas y que nunca sabremos sobre qué emergencia trataban. Todo un riesgo para la ciudadanía, se puede decir sin miedo de equivocarnos.La Sección sindical de la CNT, ante la insólita situación, decidió abrir conflicto con la empresa, y fue el único sindicato que lo hizo, presentando 13 denuncias judiciales, realizando numerosas concentraciones, asesorando a los compañeros despedidos, convocando una huelga, redactando comunicados de prensa, e incluso ocupando el Departamento de Salud. La iniciativa de la CNT recibió la colaboración de la sección de CGT, que presentó una denuncia por los mismos hechos ante Inspección de Trabajo y que hizo acto de presencia en algunas de las acciones convocadas. El resto de sindicatos (CCOO, UGT, y STC) quedaron completamente inactivos. A pesar de encontrarse con un 36,64% de la plantilla despedida, no solamente no realizaron acciones ni presentaron ninguna denuncia, sino que ni siquiera emitieron un solo comunicado ni para la prensa ni para la plantilla. Atento, por su parte, reconocía tímidamente el error cuando, saltándose la legislación en materia de bolsa de trabajo recogida en el convenio colectivo, no tuvo más remedio que recontratar aparte de la plantilla (negando todos los derechos adquiridos por antigüedad), con la intención de evitar que se siguieran perdiendo llamadas y que el escándalo llegara todavía más lejos.
Inspección de Trabajo no tardó al señalar la evidente desproporción de los despidos: Como ya se ha dicho, Atento, y por orden y/o complicidad del SEM, sólo había podido demostrar una reducción máxima de un 17,34% de llamadas, lo que hacía que los despidos fueran, además de injustificados, completamente desproporcionados. El juez, pasados unos meses (concretamente este mes de septiembre), daba la razón a Inspección de Trabajo cuando declaraba todos los despidos improcedentes al considerarlos desproporcionados, a la vez que dejaba en manos del delegado de CNT que había sido despedido la posibilidad de escoger entre su improcedencia y la suya la readmisión. El delegado ha optado por la segunda.La empresa ha hecho efectivo el pago del primer salario del delegado a lo que se ha visto forzado a readmitir, pero ha hecho explícito mediante un burofax que no quiere que el compañero se presente en el centro de trabajo. Esta decisión está en consonancia con la política que la empresa sigue con los éxitos del anarcosindicato, éxitos que intenta esconder sea como sea, con la voluntad que no sirvan de ejemplo para otros compañeros, dejando, si hace falta, al delegado sindical sin trabajo pero con un salario que se ven forzado a pagar por orden judicial. De hecho, eso no estaría la primera vez que pasa en Atento. Además, la empresa ha decidido recurrir la sentencia en un nuevo intento desesperado de salvarse de su propio desorden. También CNT recurrirá la sentencia, pero con una voluntad bien diferente, eso es, pidiendo, como desde un principio, la readmisión de todos los denunciantes.
En todo eso hay que añadir que el grado de presión de la Acción Directa de la CNT ejercida a lo largo del conflicto ha desembocado en las primeras negociaciones con el SEM (a pesar de que no con Atento, que a pesar de los avances que CNT ha ido haciendo durante este último año en diferentes aspectos, sigue empeñada en su política de no reconocimiento de la sección, de no negociación, y de menosprecio hacia el sindicato). En las recientes reuniones, el SEM ha aceptado algunas de las reivindicaciones de la CNT en materia de Seguridad e Higiene (limpieza en sitios que no se limpiaban nunca, renovación de material, correcta colocación del cableado, etc.). Algunas de estas modificaciones requieren de gestiones por parte de la empresa Atento. El SEM ha manifestado que forzará a la empresa a cumplirlas aunque sea contra su voluntad. Atento, por su parte, y en su incomprensible política de simular que la CNT no existe, ha querido hacer creer verbalmente y a través de un comunicado interno en la plantilla que estas modificaciones han sido fruto de su buena voluntad. La estrategia de Atento de hacer pasar como acto de buena voluntad aquello que es en realidad fruto de la presión no es nueva. Ya cuando CNT, después de diferentes métodos de presión, consiguió que el plus de idiomas se pagara correctamente a la plantilla, la empresa simuló que había sido la patronal quien había tomado la decisión de manera desinteresada.
La Sección de CNT-061 valora positivamente los avances conseguidos, pero mantendrá el conflicto abierto. El despido del 36,64% de la plantilla es un despido masivo y, por lo tanto, tiene que ser considerado un ERE encubierto, nunca justificable, y menos basándose en una reducción tan baja de la producción. Bajo esta perspectiva, la sección de CNT entiende que a efectos legales y sindicales no puede contentarse nada más que con la readmisión firme de cada uno de los despedidos y despedidas. El conflicto, por lo tanto, sigue de pie.
Fuente: SOV de Barcelona