Comunicado de los compañeros del Grupo Luz de Medianoche (FIJA).
Las carreteras se llenan de gente que huye de las ciudades, los
estudiantes y los trabajadores y trabajadoras se rompen la cabeza para
arañar un día más de vacaciones, en los telediarios proliferan las
estadísticas, las recomendaciones y los reportajes insulsos… ha
llegado el puente ¿a santo de qué? Pues a la Virgen del Pilar y a la
Hispanidad. Con la que nos está cayendo parece que viene bien
recordarnos que la Guardia Civil nos protege bajo la atenta mirada del
Rey y a la sombra de la bandera.
Pues habrá echarle ganas; habrá que ir a un desfile a ver en que se va
ese tan necesario presupuesto militar que crece y crece, habrá que
bendecir una y mil veces nuestro orden constitucional, habrá que jugar a
explicar el origen imperial de nuestra patria sin dejar de ser
políticamente correctos e incluso podemos rentabilizar la banderita que
compramos para adornar nuestro balcón en el mundial.
El día de la patria es una ocasión estupenda para levantar un poco el
ánimo, para encontrarle un sentido a que, el Estado Español, lleve ya
unos cuantos años llevando a la miseria a una parte importante de la
población sobre la que gobierna.
Pues para quien quiera escuchar:
No queremos dejar pasar este 12 de octubre de 2010, Día de la
Hispanidad, sin reflexionar si quiera sobre lo que nos sugiere esta
celebración:
Se celebra un pasado imperial(ista), el descubrimiento de América y su
posterior saqueo y exterminio de sus culturas y sus gentes; un crimen
llevado a cabo por los manda-mases del reino, con el único objetivo
saciar su avaricia de poder e influencia tanto dentro como fuera de sus
fronteras y enriquecer a los bancos ginebrinos. Esto, para quienes en
aquella época vivían en la península, no supuso ninguna mejora, más bien
al contrario: mayor presión fiscal, fortalecimiento de los cuerpos
militares (a costa, por supuesto de los hijos de los pobres) o la
esquilmación de gran cantidad de bosques para aumentar la flota.
Se celebra a unos cuerpos militares cada vez más hipertrofiados y que
salen cada vez más caros. Su función en el exterior es bailar el agua a
los intereses de la economía y de la política internacionales (como en
Afganistán o en Somalia) cometiendo todo tipo de atropellos en nuestro
nombre y, de cara a dentro, mantener a toda costa el orden vigente,
atacando y enseñando los dientes cuando la gente no atiende a razones de
Estado así como inculcar valores castrenses a una sociedad que, hace
pocos años, escupía con todas sus fuerzas sobre el estamento militar
para que sus hijos (e hijas) no fueran obligados a prestarle sus
servicios. Hoy, se disfrazan de humanitarios y de servidores al pueblo.
No te engañes. No se celebra tu tierra, tus costumbres ancestrales y a
la gente con la que convives. Se celebra la patria tal y como la
entiende el Estado, “unidad nacional” que obligue a olvidar la
injusticia y la barbarie que esta sociedad nos impone.
Este 12 de octubre y todos los días, seguiremos gritando que la patria
de los y las anarquistas es el mundo y la familia la humanidad, que
nuestra cultura la fabricamos entre todos y todas en libertad e
igualdad, con el objetivo de ser mejores cada día.
Si nuestra nación venera el genocidio, lo injusto, si se basa en
justificar al poder, proclamamos con orgullo que renegamos de ella.