…o como dicen los/as políticos de este país, de uno y otro pelaje, “España no es Grecia, tiene similitudes, pero su bla bla bla… es muy distinto.
Por tanto no nos va a pasar lo mismo, somos más fuertes». Para arrojar luz sobre la sarta de mentiras producidas por los medios de comunicación de masas, vamos a analizar cuál es la situación real de los dos países, y sobre todo, compararemos la respuesta que se está dando ante una idéntica situación. Creemos que merece un esfuerzo la tarea de conocer lo que ocurre en un país, en el que parece conectar el movimiento obrero con los planteamientos anarquistas que tienen los/as compañeros/as en Grecia.
En primer lugar debemos conocer la historia política y social reciente de Grecia. Éste es un país de poco más de 11 millones de habitantes, de los cuales 5 millones viven en Atenas y 1 millón en Salónica. La población se apiña en las ciudades no por gusto, sino por acción del propio Estado, que centraliza el trabajo en las mismas e impone un estilo de vida totalmente urbano que encaja a la perfección en el planteamiento capitalista. Exactamente lo mismo que ha ocurrido en nuestro país a lo largo de los años tanto de dictadura como de «democracia». En Grecia existe un amplio mercado negro en el que unos sobreviven y otros se enriquecen a costa de los/as trabajadores/as, tal y como sucede a día de hoy en España. Los últimos años en el país heleno han sido de «boom del bienestar», con muchas hipotecas firmadas y aumento del consumo, otra coincidencia. En Grecia también se usa a los/as inmigrantes como esclavos/as, utilizándoles como mano de obra barata cuando les interesa, y para contrarrestar el hecho de que la tasa de natalidad griega está descendiendo. ¿Otra coincidencia? Si no se quedan satisfechos podemos hablar también de la corrupción, tanto política como empresarial, existente en ambos Estados, y del por qué de los ajustes que a día de hoy se proponen. Éstos vienen directamente de la Unión Europea, desde donde se impone el sistema económico imperante en el viejo continente. Por último, la economía griega se basa en la construcción, el comercio, el turismo y los/as funcionarios/as. Dicen que Grecia no tiene industria, pero España está, gracias a la reconversión industrial, de estar en la misma situación. Interesante, ¿no?
En segundo lugar compararemos las políticas que se llevan a cabo en Grecia, quiénes son los/as responsables de las mismas y quienes son los/as encargados/as de que todo esto no se les vaya a la mierda, sirviendo de pegamento para la cohesión social. El PASOK (socialdemócratas) y el ND (conservadores) son los dos partidos que alternan mandatos en el poder. Ambos tienen un papel preestablecido de antemano: los segundos cambian la legislación contra los intereses de las personas, en época de bonanza económica para que la gente no se alarme, y los primeros tienen la misión de reducir la contestación social en épocas malas, como es el caso de la actual situación griega. En esta ocasión, el PASOK ha contado en el parlamento griego con un aliado para aprobar las medidas que imponen desde Europa, el partido LAOS de extrema derecha. El colchón de espuma entre la rabia de las personas y el Estado griego está formado por los sindicatos GSEE (Confederación General del Trabajo) y ADEDY (Unión de Empleados Civiles). Éstos se encargan de mantener la paz social, negociando con la patronal y el gobierno las reformas necesarias para «matar» de una vez a la clase obrera. No obstante también son convocantes de las movilizaciones dado el cariz que están tomando las medidas impuestas desde el gobierno; los trabajadores les han desbordado y están intentando controlarlos. En definitiva, el gobierno griego actual es de corte socialdemócrata, que apuesta por el «proteccionismo» de las grandes empresas y los grandes bancos y que está jugando el papel que le corresponde. Si cambiamos los partidos por el PSOE y el PP, eliminamos la representatividad de la ultraderecha en el parlamento y ponemos más gente en las convocatorias de CCOO y UGT, tenemos el perfecto retrato robot de la situación política en España.
Seguiremos con las medidas que se van a tomar o que ya se han tomado. Los países europeos, Grecia y España incluidos, han llegado a un acuerdo por el cual todos deben de reducir su déficit para que la economía funcione bien. Han de mantenerlo en unos parámetros determinados. Para reducir el déficit acumulado por Grecia, desde la Unión Europea se ha ofrecido dinero a cambio de reformas en las condiciones de vida de la población: reducción de salarios, aumento de la edad de jubilación, aumento de los impuestos indirectos, descenso de las prestaciones por desempleo, descenso de las inversiones públicas…El mismo parlamento europeo va a acudir al rescate de las entidades financieras, cuyos beneficios no dejan de aumentar, con una inyección de 750 mil millones de euros. Desde ese parlamento se ha mandatado a España que reduzca el déficit de manera inmediata, y las medidas propuestas son idénticas a las griegas, recortando el gasto social en 50 mil millones de euros. Otra coincidencia, ¿o no?
Pero si en algo se diferencia la situación de Grecia y de España es en la calle. La gente ha parado de trabajar y se ha movilizado no solamente por mejorar sus condiciones de trabajo. Directamente se han dirigido al Parlamento a tratar de parar la aprobación del «Plan de Austeridad» griego. Lo más sintomático de todo han sido los gritos que se coreaban en esa respuesta en las calles, repetido ya como una consigna en toda Grecia: «Vamos a quemar el Parlamento». Pero no todo es positivo en la situación griega. Los sindicatos oficiales se han visto superados por la vorágine de los/as trabajadores/as, y esto lo intentan aprovechar partidos autodeclarados «de izquierdas» como el KKE para sus propios intereses. No han tenido escrúpulos en defender el parlamentarismo y en pactar con unos y con otros para ganar más poder «democrático», incluso condenaron abiertamente a los/as protagonistas de la revuelta desencadenada tras la muerte de un joven anarquista en 2008, al igual que hoy condenan a los/as que se salen de su juego reivindicativo amparado por la constitución griega. Estos defensores a ultranza del Estado, ahora, mediante su brazo sindical, el PAME, han tratado de llevarse a mucha gente descontenta a su terreno. No obstante, no está «todo el pescado vendido» en esta ocasión, todo lo contrario. La gente que sale a la calle conecta también con los libertarios que actúan en Grecia, gracias al trabajo de difusión y agitación llevado a cabo durante los años previos a esta situación. Los/as obreros/as están saliendo a la calle, están conectando con el mensaje de los movimientos sociales y están pidiendo «dar calor al parlamento». Gran parte de los/as trabajadores/as en Grecia están empezando a perder el miedo.
Y a mismas agresiones, urgen mismas respuestas. Con esto no queremos decir que consideremos que la respuesta que se está dando hoy en Grecia sea la panacea, sino resaltar, en un momento y en un lugar en los que las movilizaciones y la confrontación con el Estado, el Capital y sus defensores es casi impensable, el coraje y la decisión con la que miles de personas se han enfrentado a la autoridad y a la dominación. Ahora nos toca a nosotros/as, aquí y ahora, propagar la semilla de la revuelta. Una revuelta que quizás esté condenada a extinguirse, pero que no será en vano si logra despertar entre la gente el deseo de organizarse, primeramente para responder ante las agresiones de todas las formas de autoridad, y como objetivo central para destruirlas de una forma definitiva, implantando en su lugar una sociedad libre.
Organizarse en el trabajo en sindicatos anarquistas, en los barrios en grupos de afinidad, realizar labores de agitación, de conciencia, de propagación de las ideas libertarias, etc, es ir creando desde hoy el tejido que amparará el desarrollo de las revueltas, para que en lugar de quedarse en hechos puntuales, crezcan y pongan realmente en jaque a la autoridad.
Desde el Grupo Luz de Medianoche, queremos mandar un mensaje de apoyo a los/as compañeros/as en Grecia, recordándoles que seguimos los acontecimientos con interés, y que fuera de Grecia también hay gente que intenta que las cosas cambien, aunque como hemos dicho, las cosas en la calle no estén igual. Animamos a los/as compañeros/as griegos a trabajar en la creación de un movimiento libertario fuerte, organizado y que sea referencia de la filosofía de vida y lucha del anarquismo.
Salud a los/as que luchan.
Mayo 21010
Grupo Luz de Medianoche (Salamanca)
Federación Ibérica de Juventudes Anarquistas