— COMUNICADO —
El 1 de mayo es un día de reivindicación y de lucha. Otro año más nos manifestamos para reiterar que el Gobierno y la Administración continúan mirando hacia otro lado ante los abusos empresariales y la explotación laboral. Porque para ellos solo importan las cifras, sin tener en cuenta que los contratos precarios y temporales condicionan y limitan la vida de las personas y de las familias.
En León tenemos decenas de empresas que precarizan el empleo a costa de subvenciones públicas con la excusa de los cursos de formación, del socorro de los parados de larga duración y de las personas con discapacidad funcional. Un empleo inestable e inseguro que en la mayoría de ocasiones ni siquiera cumple unas mínimas condiciones e dignidad para las trabajadoras y trabajadores, debido a la presión psicológica, la tensión y el miedo al despido, como es el caso de muchos Contact Centers.
Tampoco podemos olvidar que, con el dogma absurdo del crecimiento económico, las organizaciones y, por supuesto la administración, continúan ocultando la precariedad laboral que existe en la hostelería facilitando subvenciones públicas para promocionar la capitalidad gastronómica de León con el fin de atraer turistas y fomentar el consumo. Teniendo en cuenta que, mientras el turismo bate records, la explotación en las cocinas de los restaurantes y en las barras de los bares, hacen estragos.
¿De qué nos sirve tomar un “Manjar de reyes” como así lo llaman, si las camareras y los cocineros trabajan más horas de las contratadas, hacen jornadas maratorianas y en prácticamente ningún local se cumple el convenio colectivo?
Las empresas de hostelería y los hoteles utilizan el empleo como beneficio económico para pagar poco y explotar mucho, sin considerar las condiciones de salud y seguridad de los trabajadores.
El comercio es otro gran explotador, tanto a nivel laboral como de consumo. En otras palabras, las tiendas, los supermercados y las grandes superficies nos quieren vender sus productos a cualquier precio, pagando sueldos de miseria a las dependientas y realizando contratos por horas.
En definitiva, la publicidad nos vende pobreza y también machismo, y hay que dejar claro que no somos consumidores, somos supervivientes. No compramos por el hecho de consumir, sino de subsistir.
En primer lugar, porque con los bajos salarios y las escasas cuantías de las pensiones, las familias apenas pueden permitirse pagar los productos básicos y de primera necesidad, como puede ser llenar la nevera, pagar las facturas de gas y de luz, y realizar el pago del alquiler o de la hipoteca.
Seguimos soportando las políticas de recortes en el gasto social mientras desde el Gobierno y la banca de inversión fomentan e incentivan fiscalmente los planes de pensiones privados. Nos piden que ahorremos cuando apenas podemos subsistir, y el empleo que ofrecen debido a sus reformas laborales es lo que se conoce como “ Pan para hoy y hambre para mañana”.
Vivimos tiempos de lucha y esta lucha es de todos y todas, pero también vivimos en un Estado opresor que cada día acota y limita más nuestras libertades. Por este motivo, hoy más que nunca tenemos razones para luchar. Como todos sabéis, desde CNT, como sindicato anarcosindicalista, luchamos por la Autogestión sin ningún tipo de subvenciones por parte del estado. En nuestro sindicato no tenemos liberados, nuestra fuerza es la solidaridad, el apoyo mutuo, y por supuesto, la acción directa.
Por este motivo, estamos en la lucha con los pensionistas en la calle, con nuestros padres, madres, abuelos y abuelas que lucharon contra el fascismo, y pelearon por unos derechos que ahora se ven amenazados.
Estamos con las mujeres en la lucha feminista, por la emancipación de las mujeres en una sociedad igualitaria en derechos y oportunidades, por la equidad en salarios y condiciones, porque somos anarquistas y en el anarquismo, feministas somos todos y todas.
También estamos en la lucha de los estudiantes, que hoy ven amenazado su esfuerzo y su futuro, mientras la corrupción pone en duda su valía. Son muchos los estudiantes que han tenido que dejar de cursar sus estudios debido a la subida de las tasas universitarias, mientras ahora vemos en los medios de comunicación como algunos políticos recibían diplomas por puro clientelismo político.
Y por supuesto, estamos junto con los represaliados y los condenados, con las presas y los presos, haciendo frente a un Estado represor que se ríe de nosotros mientras condena y criminaliza la Libertad de Expresión, que llama terroristas a quienes no lo son, por el mero hecho de querer callar bocas.
En los últimos tiempos hemos asistido a las injustas condenas de raperos, actores y usuarios de las redes sociales criminalizados por expresar su libre opinión. Pero también a los juicios y las acusaciones sin fundamento contra compañeros anarcosindicalistas represaliados por defender los derechos fundamentales de los trabajadores.
Por todo esto, desde CNT León, hacemos un llamamiento a la militancia y a todos los colectivos sociales, porque la lucha por los derechos es ahora más importante que nunca. Todas y todos debemos poner de nuestra parte para acudir a los llamamientos de solidaridad y a las movilizaciones. Porque hay muchas razones para luchar.