La Asamblea de Trabajadores decidió la desconvocatoria provisional de huelga esperando que la empresa acepte la prorrogación del Convenio, en un gesto en el que estamos seguros que mucho tiene que ver la continua actitud de «apagafuegos» mantenida por los Sindicatos CCOO y UGT a la que se suma ahora la USO.
La Asamblea de Trabajadores que se celebró esta mañana decidió la finalización provisoria de la huelga. En palabras del Secretario Provincial de la USO, Antonio Nicolás, se espera una respuesta positiva de la empresa aceptando la prorrogación del Convenio Colectivo y evitando el recorte de salarios.
Desde el SOV de León denunciamos la actitud mantenida durante estos días de huelga por los Sindicatos CCOO y UGT criticando en muchos momentos a los trabajadores en huelga y poniéndose del lado de la patronal en vez de apoyarles y animarles a conseguir mejores reales y posibles dada la repercusión de la huelga. Esta situación no es una excepción y vuelve a demostrar una vez más el papel de los Sindicatos, desmovilizadores y desmotivantes. Mientras los trabajadores realizaban piquetes y mantenían activa y eficaz la huelga, los Sindicatos criticaban su postura y se dedicaban a decir que la prorrogacion del Convenio era automática, como si más allá del vigente Convenio no hubiera más, como si los trabajadores no pudieran alcanzar mejores condiciones que las que ellos firmaron anteriormente. Ese es el problema, alcanzar mejoras a través de la lucha les desvele como funcionarios al servicio de la patronal.
Desde la CNT, creemos que las huelgas no deben ser desconvocadas en su punto álgido, como era éste, sino que éstos deben aprovecharse para alcanzar mejores condiciones de trabajo y que el potencial adquirido en estas circunstancias no deben ser utilizados para mantener la situación actual sino para conseguir mejoras sustanciales. Estamos seguros de que finalmente todo esto terminará en los despachos, con una firma de un Convenio Colectivo que recorte, aunque de forma menos abusiva, los derechos adquiridos.
Para entonces, los Sindicatos oficiales ya habrán cumplido su cometido: ahogar las luchas de los trabajadores. El problema comienza cuando tenemos al enemigo entre nosotres. Esperemos que algún día se nos agote la paciencia. Desde aquí, animamos a los trabajadores a no renunciar a ningún derecho, entre ellos el más importante que tenemos como clase: el derecho a la lucha para mejorar nuestras condiciones.
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